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martes, 28 de diciembre de 2010

Larga no-vida al zombi...2/2

Somos Zombis (2a y última parte)

El zombi como alguien a quien le quitan la voluntad, desprovisto de individualidad. El yo convertido en nosotros y en nadie a la vez.
Aquí la segunda y última parte de esta exploración general (y arbitrariamente personal) de la figura del zombi.

El zombi en el Cómic

La figura del zombi se ha transportado también a otros ámbitos como el cómic, éste quizá por la cercanía visual que tiene con el cine. Muestra de ello fueron los primero fanzines que aparecieron de “Night of the living dead” de George A. Romero. El cómic escrito por John Russo muestra una versión paralela a la ocurrida en el film homónimo de Romero.

Posteriormente, Russo publica otras secuelas como ‘Escape of the living dead’. Más tarde, J.C Vaugh y Vincent Spencer publican ‘Zombie Proof’, un cómic sobre un cazador de zombis que no rebasó sus primeras publicaciones.

'Zombies: Eclipse of the undead' es un comic donde los encargados en combatir a los zombis son samuráis especialistas en artes marciales.

'Pieces for mom: a tale of the undead' es un comic de un solo número pero con una trama interesante pues trata de 2 niños cuya madre fue convertida en zombi y su padre está desaparecido. Estos niños tienen que sobrevivir al apocalipsis zombi y, mientras cuidan de su mamá zombi, encontrar a su padre.


Tal vez el más conocido actualmente es 'The Walking Dead'; este cómic recientemente llevado a la pantalla, trata de un policía que despierta del coma justo en medio del apocalipsis zombi.

El zombi en la Literatura

La producción literaria con temática zombi ha sido poca, probablemente por quedar rebasada por la referencia fílmica. No obstante, en los últimos años el género ha proliferado bastante.


El español Manel Loureiro abrió un blog en donde empezó a publicar lo que más tarde se convertiría en su primera novela: 'Apocalipsis Z'. El texto no plantea nada nuevo en cuanto a la historia: un grupo de personas tratan de sobrevivir al apocalipsis zombi. No obstante, el relato es tratado con mucha seriedad (tomando en cuenta que el género se ha prestado para la sátira y el humor negro
) y desde la perspectiva real del ¿qué pasaría si…?

Otra propuesta literaria interesante es la hecha por Max Brooks (si les suena conocido, sí, es el hijo del comediante Mel Brooks) en su ‘Manual de supervivencia zombie’ en el cual nos ofrece precisamente eso: una guía ‘seria’ de cómo sobrevivir a un ataque de zombis. No obstante, su trabajo más interesante lo podemos encontrar en ‘Guerra mundial Z’, un libro en el cual Brooks compila entrevistas, obviamente ficticias, a sobrevivientes del ataque zombi desde que todo inicia hasta que acaba con la desaparición de la epidemia.

Apenas el año pasado, Seth Grahame-Smith hizo que las cinco hijas de la familia
Bennet quienes, a principios del S. XIX sufrieran por amor gracias a la pluma de Jane Austen en su clásico ‘Orgullo y Prejuicio’, se convirtieran en jóvenes que luchan contra zombis en la reescritura del clásico cuyo título ahora es ‘Orgullo y prejuicio y zombis’.

David Wellington, más conocido por su libro ‘13 Bullets’, publica recientemente ‘Zombie Island’, un libro medianamente logrado en el que los 2 personajes principales cuentan con historias paralelas que se entrelazan en algunos
puntos a lo largo del libro. ¿Lo interesante? Uno de los personajes es un zombi que ha logrado conservar parte de su raciocinio. A este libro le siguen las secuelas ‘Zombie Nation’ y ‘Zombie Planet’.

Una sorpresa más para el género
ha sido ‘Descanse en paz’ de John Linqvist, el mismo autor de la novela de vampiros ‘Déjame entrar’. En este libro, los personajes no son sobrevivientes al ataque zombi, sino que son éstos, los zombis, lo propios personajes.

Del laboratorio al Teatro

La peor peste es la que no manifiesta síntomas”, recita uno de los personajes de la obra del mexicano Francisco de León titulada ‘ZomBicentenario’, la cual se presentó durante el mes de noviembre en el Museo del Chopo. En 2 actos y, tomando como pretexto las celebraciones del bicentenario de la Independencia de México, de León hace una crítica incisiva de la realidad que se vive en el México actual desde el supuesto de que el apocalipsis zombi inicia en la capital del país justo el día del grito de la independencia.

Los tres personajes de la obra son unos actores que quedan encerrados en un teatro y que se enteran de lo que pasa gracias a un televisor. Éstos desarrollan monólogos que nos remontan a clásicos de Poe y que enmarcan perfectamente la posibilidad de que lo que está sucediendo actualmente en el país sea producto de un ataque zombi. 'ZomBicentenario' es una obra en la que su principal recurso es el terror psicológico.

Zombis para rato…

El reciente furor por el tema zombi nos asegura material nuevo para rato. Algunos serán gloriosamente olvidables, pero también hemos podido encontrar material muy respetable dentro del género. En la televisión ya tenemos series dedicadas al tema como la ya mencionada adaptación de 'The Walking Dead' o la interesante propuesta de un canal británico con su microserie titulada ‘Dead Set’, en donde participantes del conocido reality show ‘Big Brother’ quedan encerrados en la casa mientras el planeta sufre el ataque zombi.


Zombis que comen sólo sesos, zombis que comen vísceras, zombis que comen otras cosas que no conocemos, zombis que sólo matan y no comen, zombis domesticados que viven entre nosotros, zombis que tal vez algún día tengan que acudir al súper mercado a comprar humanos enlatados...

En la actualidad todos, de algún modo, somos zombis.

* Imágenes: Zombie Walk Ciudad de México, Sarai Robledo, Octubre 2010.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Larga no-vida al zombi...1/2

Somos Zombis (1a Parte)

Eran los 80’s, yo tenía alrededor de 6 o 7 años y, por circunstancias que aún desconozco, tuve acceso a una película que me impactó mucho: The Evil Dead (El despertar del diablo, 1982) de Sam Raimi. Confieso que creo que fue de lo mejor que me pudo pasar en ese entonces.


De esta película recuerdo claramente una escena: la bailarina muerta regresando al terreno de los vivos. Recuerdo también cómo es que surge de entre la tierra, danza siniestramente y persigue a los protagonistas. Terrorífico. Obvio que los muertos vivientes no faltaron en la película, así como tampoco las mujeres gritonas, la chica que corre desnuda por el bosque ni las situaciones casi gore de toda película de terror ochentera.


El muerto viviente. Creo que de ahí nace mi fascinación por la figura del zombi, misma que ahora retoma su auge gracias a la cercanía que nos provee la cultura de masas actual.

Los años siguientes toda película que contenía muertos vivientes era predilecta para mí. Sin embargo, creo que hasta mis años preparatorianos fue que empecé a indagar más sobre la figura del zombi.


El zombi como aquel muerto que regresa a la vida es referido así gracias al cine. George A. Romero, en su película ‘La noche de los muertos vivientes’ (1968), nos muestra al zombi como un ser violento y con tendencias caníbales.

No obstante, la figura real del zombi proviene de un culto vudú en África en donde se asegura que, a través de ciertos ritos, se puede revivir a un muerto y éste quedará al servicio de la persona que le ha devuelto la vida.


He ahí lo escalofriante de la figura del zombi: un ser humano desprovisto de voluntad propia.


Cine Zombi


Producto de los errores de la sociedad contemporánea, George A. Romero le da vida a la figura del zombi como lo conocemos actualmente. Algún desastre bacteriológico masivo o un virus modificado (en algún experimento clandestino de alguna farmacéutica o departamento médico del gobierno) que contagia a animales y/o humanos, son las formas comunes con las que se crea un zombi según el cine.


Posteriormente se agregaron más formas de zombificación: algún meteorito que cayó en la Tierra, la lectura accidental de algún conjuro para revivir a los muertos o el desconocimiento total del porqué, es decir, simplemente hay muertos vivientes. También está la propuesta de Peter Jackson quien, en su película titulada ‘Braindead’ (‘Tu mamá se comió a mi perro’, título en español), plantea la existencia de un ‘mono rata de Sumatra’, el cual provoca que quienes hayan sido mordidos por este animal se conviertan en zombis.

Películas sobre el tema hay muchas, todo esto en gran parte gracias a que
visualmente la figura del zombi gusta mucho. Las hay desde las que se toman al zombi como una figura satírica hasta las que lo abordan de manera más seria (aunque no estoy segura si esa sea la palabra correcta). También las hay en las que reconstruyen la figura del zombi y plantean alternativas para dicho estereotipo.

Un ejemplo es Pontypool (indispensable verla), un filme canadiense en el que la transmisión del virus del zombi ya no es en forma viral sino a través del lenguaje. El ser infectado ya no casa sólo seres humanos, caza sonidos y palabras.


El tema zombi también se presta para realizar historias con humor negro como lo es la ya citada ‘Braindead’ (1992) de Peter Jackson o 'Poultrygeist: Night of the Chicken Dead' (2007) en donde se adereza la trama de supervivencia ante un ataque zombi con situaciones que satirizan a la propia sociedad en la que se desarrolla la trama.


Otra vertiente dentro del cine zombi es la planteada por 'Zombie Strippers' (2008), un guión repleto de humor negro en donde el virus zombi sólo infecta a strippers, dándoles otro ‘status’ dentro del gremio. Esta película tiene un roce con el cine porno, pero con zombis.


También hay películas que plantean la inmersión del zombi en la vida cotidiana como en 'FIDO' (2006) de Andrew Currie. En esta cinta, bajo un ambiente de los años 50, una empresa ha logrado ‘domesticar’ a los zombis y los vende a las familias para que les sirva de ‘chacha ejemplar’ y, en el caso de la familia Robinson, como mascota del hijo de dicha familia.


No puedo dejar de nombrar 'Wasting Away' (2007) de Matthew Kohnen, en la que un grupo de jóvenes (al estilo 'Friends') se convierten en zombis pero ellos no se dan cuenta de su estado y creen que son los otros a los que les está pasando algo extraño. Tampoco olvidemos el 'Planet Terror' (2007) de Robert Rodríguez.

Películas zombis hay muchas, desde las buenas producciones como 28 Days Later (Exterminio, 2002) de Danny Boyle, Shaun of the Dead (2004) de Edgar Wright, la japonesa Stacy: Attack of the Schoolgirl Zombies de Naoyuki Tomomatsu o la reciente Zombieland de Ruben Fleischer hasta los intentos malogrados como Rise of the Dead, The Horde (2009) de Yannick Dahan o la mexicana El Santo contra los Zombies (1962) de Benito Alazraki (en la que investigadores de la UNAM ayudan al Santo).



Lo que es cierto es que, el zombi como figura desprovista de individualidad, nos ofrece un sinfín de posibilidades de interpretación dentro de una ‘sociedad global’ en la que dejamos de ser únicos para convertirnos en todos. En nada. Esta es, quizá, una de las razones principales por la que el tema zombi está tomando auge de nuevo. El miedo a la pérdida de la identidad.

En la próxima entrega, hablaré un poco sobre el zombi en el cómic, la literatura, la música y hasta el teatro.


* Imágenes: Zombie Walk Ciudad de México, Sarai Robledo, Octubre 2010.