lunes, 19 de julio de 2010

Noche Insomne. Espasmos. Noche Insomne (1a Parte)

Noche insomne. Dos de la mañana con diecisiete minutos. Noche insomne.

Me encuentro repitiendo esta frase y pienso en que tal vez es el efecto del café, la noche larga y el dvd corriendo.


Or maybe not…


I have just watched Pontypool…


El locutor de una estación de radio canadiense, Grant Mazzy, interpretado excelentemente por Stephen McHattie en la también excelente película Pontypool, comienza hablando sobre una teoría que utilizaba el periodista Norman Mailer (quien existió en la vida real) para justificar las casualidades ocurridas el día del asesinato de John F. Kennedy. Esta teoría dice que “…al despertar de los grandes eventos, tanto antes como después, detalles físicos sufren espasmos [que] por un momento se separan y, cuando retoman su estado normal, todos estos coinciden en una forma inusual. Nombres, cumpleaños, segundos nombres, cosas superfluas coinciden entre sí”. A este hecho le llama 'efecto onda', lo que apunta a que algo importante sucederá o que sabemos que está a punto de suceder.


¿Cuántas veces no hemos cruzado un gran acontecimiento para después ver que múltiples detalles coinciden?


Debo confesar que esta película me parece en sí misma perturbadora en varios sentidos (y pienso, probablemente, abordarlos en entradas posteriores), sin embargo, el hecho de las casualidades me ha sacudido enormemente pues mis últimas experiencias han estado plagadas de ellas.


Humans need to give order to the world in which they live...
El ser humano necesita dar orden al mundo en el que habita…


El ser humano nace sin saber que lo ha hecho. Supongo que debe ser traumático no saber que existes y, por tanto, esos primeros meses de vida (o años) son olvidados o no quedan registrados en nuestro cerebro. Ahora pienso que lo más probable sea la última opción. No hay registro.

¿En qué momento comenzamos a saber de nuestra existencia? Cuando ordenamos el mundo en el que habitamos y esto lo hacemos a través de las palabras. La palabra, en algún momento, lo es todo.


Y así, nuestros padres nos dan un nombre para validar nuestra existencia ante ellos; luego, nosotros aprendemos sus nombres para reafirmar que los reconocemos y entonces nos integramos a su mundo; formamos un vínculo y comenzamos el registro de nuestros pasos.

in which moment we stop to exist?

¿En qué momento dejamos de existir? Cuando dejamos de ser reconocidos, de ser nombrados.


Recuerdo también que una vez vi un documental en el que abordaban las diferentes formas en que distintas culturas reaccionaban ante la muerte. Cada una de ellas tiene un ritual distinto que corresponde al orden que ellos tienen del mundo. Este orden que valida su existencia también dicta cómo se deja de existir.


Evoco, por ejemplo, que en alguna tribu africana (de la que no recuerdo el nombre) está prohibido decir en voz alta el nombre de la persona que ha fallecido. Tremendo final.


En nuestra sociedad, en cambio, pareciera que el sólo repetir el nombre de quien ya murió nos regresa a la persona que ya no está más entre nosotros.


Kill is kiss…



¿Qué pasa cuando el orden de las cosas pareciera que se nos escapa de las manos? No lo tengo todavía tan cierto, pero creo que borrar la existencia de alguien es algo devastador, que no así el aceptar que ya no está.

Muerte. Esta palabra ahora significa cosas totalmente distintas que meses atrás en las que la muerte sólo me significaba algo que sólo escuchaba en la boca de otras personas, en las noticias, en los periódicos.


Cuando la muerte se acercó a mí recientemente recuerdo que dije: falleció. Inmediatamente,un buen amigo me dejó escritas estas palabras de Benedetti: “Fallecer es la forma más fría de decir que alguien murió, que es la forma de sentir una pérdida”.


Las palabras tienen vida. Las palabras lo pueden todo. Las palabras hacen (marcan) (crean) la diferencia.


A strange coincidence…



Y así, me doy cuenta que, tras esos grandes eventos en los que personas que yo conocía dejaron existir, se encuentran esas extrañas coincidencias:

24 oct 2009 – Dejó de nombrarse a mi abuelo.

24 nov 2009 – Dejó de nombrarse al papá de una amiga muy querida.

24 dic 2009 – Dejó de nombrarse a un gran amigo con quien hice radio.

24 ene 2010 – Dejó de nombrarse a una amiga con quien solía jugar básquetbol.

24 feb 2010 – Dejó de nombrarse otro buen amigo de radio.

24 mar 2010 – Dejó de nombrarse un amigo de la preparatoria.

24 jun 2010 – Dejó de nombrarse a mi tío, el mayor de la familia.


Y en las dos despedidas más fuertes, la de mi abuelo y mi tío (la 1ª y la última), teníamos programado realizar un maratón de cine. Exquisito marco para su despedida.


¿Habrá sido ese evento el principio y el final del espasmo provocado por el ‘efecto onda’ del que nos habla Mailer?


Noche insomne. Tres de la mañana con veintidós minutos. Noche insomne.


Pensar en que todo se transmite a través de la palabra es algo que no me parece para nada descabellado. Y me refiero a TODO. En tanto, ahora prefiero dejar que sea la palabra la que sacuda toda mi existencia, pues es peor dejar que ésta, se convierta en eufemismo.


* Déjame saber que existes escribiendo un comentario. ¿Qué valida tu existencia?

7 comentarios:

Rax dijo...

Doña Insomne, qme gustó mucho su texto. Espero los próximos relacionados con Pontypool (y con lo que usté quiera).

Yoru Hashiba Alucard dijo...

Hola maestra... para ser sincero... su escrito me dejo helado... Alguna vez si me e preguntado que es lo que valida mi existencia pues nadie me puede asegurar que las cosas que se viven son reales y solo me reia ante la magnitud de la pregunta que esta abarca...

Es cierto, nosotros necesitamos que los demas nos recuerden que estamos vivos por eso el hombre es social por naturaleza, de ahi que cuando una persona se queda sola se puede volver soberbia, maldoza o en el peor de los casos caer en la locura... pero... el dejar de existir?

eso si me impacto demasiado

Sigo asimilando su escrito maestra je...

Saludos

La Insomne dijo...

Rax: Gracias por venir a estos lares. Siempre es bueno contar con un zombi dispuesto a leerte ;)

Miguel: Me pone muy contenta cuando las visitas trascienden el aula. Cuando se hacen ya sin el compromiso de "entro porque es la maestra y a ver si así me pone 10" jiji. Y no lo digo por ti, pero hay casos, hay casos.

Uff! tremenda reflexión ¿verdad? ¿Quién nos asegura que somos reales? Buena pregunta has planteado. Espero conocer lo que se haya desatado en tus reflexiones posteriores.

Abrazos para ambos.

Letras crocantes revival dijo...

De visita por estos lares. La conciencia, las coincidencias, los loops. Gran post.

Ernesto R. (Choms) dijo...

Haa, esos números me causaron un no se que, pero para nada miedo. A veces la vida nos pone ese tipo de perdidas, pero ¿en verdad necesita alguien morir para haberlo perdido por completo? y al revés, ¿alguien que ya se fue de este mundo, nos ha abandonado para siempre?

Ly dijo...

Insomne, me ha movido mucho pensar que mi existencia se determina por las palabras, me he puesto a reflexionar que ese podría ser mi verdadero apego a la expresión escrita.

Quizá la palabra es a mí lo que el tacto es para un invidente.

Gracias, por su texto hecho como el buen pan: de madrugada.

extranjera en el planeta dijo...

Insome: Me he puesto a reflexionar sobre cuanto determinan las palabras mi existencia, creo que a esto se debe mi apego ellas. Quizá las palabras sean a mí como el tacto a un invidente.

Gracias por tu texto que es como el buen pan: nació de madrugada.