martes, 5 de abril de 2011

"Increíble ver que el mito de que el mexicano no lee aún tiene remedio": Ruy Feben

“El infierno es mucho más amplio
de lo que imaginamos”.
-Ruy Feben-

Derrumbar el mito de que el mexicano no lee depende de todos y cada uno de los que decimos que leemos. El compromiso del lector no es sólo hacerlo sino compartirlo. Creo firmemente en eso.


Algunos lo harán simplemente con la recomendación de lo que leen a amigos o conocidos, otros platicarán de lo que leen con algún extraño en el transporte público, tal vez algunos acostumbren regalar libros y otros realizarán actividades concretas e
n la búsqueda del fomento a la lectura.

Desde mi experiencia, creo que hay dos espacios vitales (que no determinantes) en los que alguien se puede “enamorar” de la lectura: la casa y la escuela.


Si en la casa no se ha formado el hábito de la lectura, es en la escuela donde se puede enganchar al estudiante para que sea un lector inexorable. De ahí que es importante que los docentes también sean buenos lectores y, con esto, me refiero a lectores capaces de ampliar su criterio de lectura para poder ofrecer distintos horizontes literarios a los prospectos.

Comento lo anterior, porque hace unas horas Ruy Feben, escritor y editor de la revista Chilango, visitó la escuela en la que imparto clases para tener una charla con mis alumnos de Expresión Oral y Escrita sobre su serie de cuentos originalmente publicados en el blog: “El Claxon del Cancerbero” (mismos que puede usted leer aquí).

La visita se movió entre la euforia de los estudiantes por ver a “su escritor-rockstar” y el conocer los porqués de lo que leyeron en voz del propio autor.

Creo que los tiempos cambian y, el poder tener la oportunidad de ver al escritor no como alguien inalcanzable sino como alguien que está ahí, creando y escrib
iendo para los demás, permite que quienes leemos podamos sentir que tenemos la literatura ahí, para nosotros, para recrearla junto con quien la escribe.

La vida nos ofrece muchas alternativas, la literatura también. Al final, Ruy expresó: “Increíble ver que el mito de que el mexicano no lee aún tiene remedio”.


Doy gracias infinitas a Ruy Feben por confiarme sus Cancerberos, por darme su tiempo como lector de reseñas, por prestarme su presencia, por, y por, y por.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que genial¡Gracias profesora por hacer el sueño de muchos y muchas realidad.Gracias es ¡LA MEJOR DE LAS MEJORES PROFESORAS!.Deberdad que en persona es mucho mejor.
Att:Laura 2105

Bryan Copperpot dijo...

Me da mucho gusto saber que Ruy Feben haya visitado la escuela y la verdad me hubiese gustado mucho estar en su clase(y no sólo el día de hoy).
Sí tal parece que cuando en la casa no se forma éste hermoso hábito, la escuela es el lugar indicado para tal tarea, es allí cuando pienso que debería haber más fomento a la lectura en el mismo Instituto, ya que se cierra a que los cálculos y la ingeniería es lo más importante y no hay nada más allá.

Yo creo que tener de frente al autor de un libro, y estar escuchando el porque de sus letras, es mucho más motivador para el que empieza a leer que sólo leer la obra terminada, puesto que despierta cierto interés en uno mismo de buscar más títulos del autor e incluso de sus contemporáneos, o ya sea del mismo género literario(que fue lo que a mi me pasó con Andrea Chapela, Autora mexicana).

Muchas felicidades y gracias por fomentar la lectura de esta forma tan magnifica!

~Bryan~